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Daniel Felipe García Pulgarín
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No quiero ser un santo casto venerado por los católicos de todo el mundo, considero que es un acto humillante servir dé reliquia con fines religiosos y económicos . Por eso prefiero la incineración total . Y en el caso de que mi espíritu haga innumerables milagros, deberá respetarse mi voluntad. Una vez muera, algunos dirán que soy un ángel y por ello querrán reliquias o fragmentos del cadáver. Ni un sólo trozo del cuerpo ha de ser separado , todo deberá ser incinerado .
Maldito el que se atreva a conservar órganos como reliquia de culto . Con la cremación se libera al espíritu de la carga material del cuerpo, se asciende rápidamente hacia la luz .
Es triste ver el caso de Carlo Acutis , su muerte se está convirtiendo en un espectáculo de masas , el mismo Acutis pide ser sepultado en Asis y la iglesia utiliza al joven con fines religiosos y económicos.
Por eso mi voluntad siempre será ser cremado o incinerado. Jamás pediría ser sepultado en un cajón, eso va contra mi voluntad.
A nadie le gustaría ser sepultado en un cajón con tierra de cementerio. Es preferible ser cremado y escapar al destino de ser comido por gusanos y otros bichos. La cremación o incineración es la respuesta a la liberación del espíritu.
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Daniel Felipe García Pulgarín
