Murió el actor de Daniel el travieso, ahora no seria la excepción la esperada muerte del guerrillero Daniel Ortega en Nicaragua. Ese man está moribundo en el Hospital arrepentido de todo el mal que hizo a su prójimo. Y preocupado por la fortuna o dinero que va a dejar a otros comunistas como él. No tiene paz interior para poder morir en paz.
El comunismo y socialismo son como el arsénico un veneno que mata lentamente a todos los que lo beben y lo comen en la comida sin sospecha o traza alguna a la luz de la tanatopraxia y medicina forense.
Daniel Ortega podría estar siendo envenenado como Napoleón y tantos otros dictadores, es cuestión de horas o días para que den parte de su fallecimiento ante los medios de comunicación.
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